martes, 17 de mayo de 2011

Vitácora de un oído.

Primero: el sonido del silencio. Despertó pero sólo por fuera.

Un vehiculo atravesando la calle, quizá un furgón o algo más grande. Un gato pedia comida en algun lugar. El rítmico respirar, o quizá "no" respirar, de una persona en la habitación más proxima. El cuchillo a través del pan crujiente. El ruido del viento que dejaba tras su paso, los microbuses. Miles de pasos. Escaleras. Una confesión. Luego la voz familiar... ¡Ah, que tranquilidad!. El chisporroteo del sartén y su delicioso sonido, luego el agua bailoteando en su superficie. Chorros que acaban en una gota sola. "Tilin", "tilan", cantan los platos.

¿Qué paso?... ¡Aah!... el silencio otra vez. Que bien se escucha eso.

La música era alegre, así que fue lindo escucharla otra vez.
Agua... cayendo como lluvia, ¿Les dije que amo su voz?. Otra vez el viento, pero ahora no es tan agradable, tengo frío y eso hace que me sienta mal a veces. Nuevas voces, amistosas y amables... A ti te conosco. Otro idioma, pero no lo siento muy lejano, te entiendo.

Otra voz... pero esta es diferente. Me estremece y me emborracha a la vez. No lo entiendo, pero quiero seguir escuchandola. Dime más.
Música... no le presto mucha atención, por hoy.

El sonido de la leña al quemarse... me gusta. Esta voz... es la voz más tranquilizadora que he oido. Ecos... Finalmente el sonido de las teclas.

¿Qué seguira a continuación?...

3 comentarios:

  1. Sentí todo y me encantó.
    Siga escribiendo, que me encanta leer tus post.
    Un abrazo amiga!

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  2. Interesante relato el que has escrito, me ha llamado la atención la creatividad e innovación que has puesto en evidencia. Tiene potencial como para extenderlo y convertirlo en un cuento, en mi opinión, si ese es tu estilo o tu interés. Ya de por sí está bien, pero es una sugerencia amable.

    Siento tener que corregirte, también, pero la palabra en el título es "bitácora", jeje.

    Saludos

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