domingo, 29 de mayo de 2011

Un relato estacional.

De las cuatro hermanas somos las mas distintas. Pero al mismo tiempo, compartimos un sentimiento en común.

Al principio cuando nacimos y nos toco ver el mundo todo estaba bien, las personas estaban contentas y agradecían nuestra presencia, las flores crecían felices conmigo y también con mi hermana, los cultivos también lo hacían junto a mi hermana y a mi. Entonces pensamos que eramos queridas, nos sentimos amadas. Y nuestro ego estaba cerca de nuestra madre, muy alto.
Mis otras dos hermanas también se sentían así, ellas eran mas agradables que nosotras, más estables. Todos decían lo lindas que son... Así que decidimos quedarnos donde estábamos, cada hermana de un lado. Todas hacíamos nuestro mejor esfuerzo para que cada una de nuestras características fuera increíble.

Pronto las cosas empezaron a cambiar, a las personas les comenzó a molestar la manera de expresar mi amor. Decían que era sofocante, y que hacía mal a sus cosechas y a sus aguas. Por lo bajo susurraban que era mas linda la otra hermana, esa que hacia que todo se renovara con su briza.
De mi géminis decían que los ahogaba, que los ponía enfermos, y que sus casas y construcciones se venían abajo gracias a ella. Ellos rumoreaban que preferían a nuestra otra hermana, ya que con ella todo eran colores y brotes.
Nuestras lindas hermanas no querían salir de donde estaban pues todos las amaban allí, pero por nosotras dos ellas nos cedieron el lugar.

Pero los comentarios eran los mismos, nos sentíamos mal, ¿Era acaso nuestra culpa? Deber ser nuestra culpa. Quizás no sabemos amar, o exigimos mucho de esas personas. No deberíamos pedir tanto, quizá no nos lo merecemos.
Así que volvimos a cambiar. Nuestras hermanas nos reprendieron, nos dijeron que somos hermosas y nos merecemos mucho, que no esta mal pedirlo.

Así continuamos cambiando de lugar, lo repetimos hasta que regresamos a nuestra posición original. Y entonces sucedió:
La gente nos quiso de nuevo, nos decían cuanto nos extrañaron y lo buenas que eramos. ¡Nos alegramos tanto...! Tanto que los amamos otra vez con toda la fuerza de nuestro ser. Y, como nos dijeron nuestras hermanas, queriamos que ese amor fuera reciproco, esperábamos eso. Pero no fue así, ellos no nos amaron como esperábamos, nos decían que eramos mañosas por esperar que ellos nos amaran después de "lo que les hacíamos". Nuestras hermanas nos dijeron lo mismo: "Pues, no sean tan exigentes".

Ahora, seguimos cambiando de posición, cada tres meses una le cede el lugar a la otra... Pero, no lo entiendo. cuando estábamos triste nuestras hermanas nos decían que no estuviéramos así, que merecíamos mucho y que eso teníamos que pedir. Y cuando pedimos eso, cuando estábamos felices, nos dijeron que estaba mal, que no deberíamos exigir tanto. ¿Qué es eso que les hacemos? Invierno y yo sólo entregamos nuestro amor como sabemos hacerlo cada una a su manera... Quizá debamos ser mas como nuestras hermanas Primavera y Otoño...

3 comentarios:

  1. Interesante historia.

    Las hermanas, en mi opinion, no deberían depender de las emociones de los humanos, que tienden a buscar siempre lo más cómodo y nunca buscan el verdadero disfrute de lo que tienen.

    ¿Recuerdas lo que dije del dolor? Pues aquí es parecido: El hombre es poco lo que disfruta de la vida. Muchas de las cosas que hace deberían de serle importantes y valiosas, pero como no sabe apreciarlas amarga rápidamente su existencia sin remedio alguno.

    Si las hermanas quieren ser felices, que se olviden de la gente y sean ellas mismas de una vez; aunque no cuenten con el amor de todo el mundo siempre habrá gente dispuesta a quererlas y apreciarlas. Así debe de ser.

    Me gustaría que visitaras mi blog de poesía y relatos; si no has ido antes dejo la oferta hecha. Sería un honor que pasaras por mi Camino Incierto, aunque fuera brevemente. Tu pluma se ve interesante, y quizá allí puedas encontrar cosas de tu interés. No te estoy obligando a nada de todos modos, jeje.

    Saludos

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  2. n_n Si he ido. Pero no he comentado... es que quedo absorta leyendo y leyendo... y no he comentado. v_v Pero ya lo haré. Muchas gracias de nuevo por los comentarios. En verdad me hace muy feliz ver que alguien pasa por aquí y siempre me entrega opiniones tan interesantes.

    Saludos n_n

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  3. Ya veo. No te preocupes entonces al respecto. A veces es difícil saber, ¿Sabes? Jajaja.

    Seguro siempre viene gente, pero probablemente hacen lo que tú, no comentan; aunque por quién sabe qué razón. Yo creo que uno debería decir lo que piensa, sin miedo al ridículo.

    Tu escribe con calma lo que salga de tu mente o tu corazón. Las palabras siempre llegarán a alguien; seguro que lo sabes.

    Saludos

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