viernes, 22 de julio de 2011

Vitrinas

Frente a las vitrinas estaba mirando...
A través de esa pared, tan delgada, dócil y transparente, mirando todo aquello con lo que compartía siempre... pero de lejos.

Casi podía decir que eran suyas, las podía tocar, sentir, pasearse entre ellas, pero cuando más cerca estaba y se permitía tener caprichos, la pared se tornaba rígida y entonces recordaba que en realidad no estaba entre todas esas cosas, que ellas aún no la aceptaban.

A su alrederor la calle estaba solitaria, el cemento estaba húmedo por un leve rocío, los colores de las señaleticas en el suelo a penas de distinguían, unos pocos faroles de luz cálida dejaban bajo ellas grandes espacios luminosos, brillantes... los otros estaban apagados, creando un contraste de oscuridad. Atardecía.

Habían otras vitrinas a su alrededor, pero aún no las veía, de hecho esta era la segunda que visitaba. La primera le habia mostrado un largo camino sinuoso y empedrado, parecía dífil y así lo confirmo cuando se adentro en el, a lo lejos había algo, no se veía con claridad y no pudo distinguir si le agradaba o no. Finalmente abandono el camino ya que solo le produjo tristeza y miedo, y cuando lo hizo la vitrina desapareció, así sin más.

Así fue como llego al lugar donde estaba ahora...
Le gustaba tanto ese lugar, pero sentía la distancia, aún no era totalmente aceptada por el, y cada vez que la pared se concretaba una herida profunda aparecía en su cuerpo y permanecía abierta.
Ahora no sabía que hacer... sus variadas heridas ardían y sangraban, pero tenía miedo de alejarse de ese lugar, que todas esas cosas que amaba desaparecieran como había sucedido con la primera vitrina y que no pudiese encontrarlas de nuevo.

Que hacer, no sabía. Los faroles parpadeaban afuera, mostrandole intermitentemente escenas del interior y del extrerior...
También tenía miedo de volver allí. Ese exterior era tan cambiante, a veces protector y lleno de alegría, y a veces frío, cínico y dañino.

Llego la noche. Una noche llena de estrellas.
La oscuridad abrazo sus alrededores y entonces pudo ver su reflejo devolviendole la mirada desde la lustrosa superficie que era la pared, ahora sólida, de su vitrina.

-¿Qué vas a hacer?

3 comentarios:

  1. Breve pero interesante relato, amiga mía. Has logrado expresar en una metáfora una reflexión que, aunque no me quita el sueño, es interesante de analizar aunque sea una vez.

    Según como yo lo interpreté, las que cosas que queremos pueden estar al alcance de nuestra mano, pero cuando pareciera que estamos a punto de conseguirlo, nos topamos con el vidrio, que deberíamos de romper si quisieramos lograr lo que queremos... o sacrificarnos lo suficiente como para ser capaces de postular a obtenerlo.

    Todo lo que deseamos puede lograrse. Sólo necesitamos determinación y valor para cruzar todo lo que sea necesario, sin darnos por vencidos sin importar cuantos tropiezos, fracasos o cambios de estrategias debamos de llevar en nuestra experiencia. El mundo es nuestro para luchar por el y lo que queremos.

    Luego, al final del relato, me pareciera que pasa a otro plano... a otro tema; y este sería nuestro mundo interior en contraste con el mundo que percibimos y contemplamos. A veces sería genial que nuestra perspectiva de las cosas rigiera el mundo, pero así no es: Estamos llenos de ideas y pensamientos diferentes, para bien o para mal de la mayoría. Es parte de nosotros enfrentarnos día a día a nosotros mismos para salir de nuestra propia vitrina para que no seamos inalcanzables para quienes deseen estar con nosotros... para que puedan vernos, tocarnos y estar con nosotros; y quizá jamás volver a dejarnos ir.

    ¿Qué haría yo? Con respecto a esa pregunta, creo que ya he escrito bien la respuesta, jajaja. Y aún cuando nunca las cosas vayan a salir como las quieres, por el maravilloso e impredecible azar, si te encierras en tí mismo, morirás odiando al mundo... y en vano.

    Bueno, creo que me he pasado un poco con el comentario, pero quería decir todo eso, jajajaja :D

    Un abrazo

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  2. n_n

    Estupenda interpretación. Gracias.
    Creo que esta todo dicho.

    Un abrazo

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  3. Que profundo , no me queda mucho que decir , pues al leer el primer comentario todo esta dicho , fue como viajar en diferentes etapas y recuerdos , que nos aferramos a lo bueno y malo d e nuestras vivencias , que nada de lo que somos se puede negar y que querer eliminar algo de nosotros nos hace en un instante quererlo de vuelta nuevamente, pero recuperarlo no es tan facil.

    hermoso texto

    saluos

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